lunes, 29 de noviembre de 2010

El duque de York equipara la corrupción en Francia con la de Kirguizistá

El País (España)/elpais.com

La legendaria tendencia a la controversia de algunos miembros de la familia real británica queda de manifiesto en el relato de un almuerzo del Príncipe Andrés, duque de York, con hombres de negocios y diplomáticos de varios países en Kirguizistán, en el que el hijo de la reina Isabel II y cuarto en la línea de sucesión al trono equipara los niveles de corrupción de Kirguizistán con los de Francia, evoca con añoranza los enfrentamientos con Rusia en el siglo XIX por el petróleo del Cáucaso, critica "la imbecilidad" de la Fiscalía Británica Anticorrupción por empeñarse en investigar los supuestos sobornos en los que se apoyan multimillonarios contratos de ventas de armas de Reino Unido a Arabia Saudí y llega a decir que si los norteamericanos no hacen más negocios en esa parte del mundo es porque no tienen el nivel de conocimiento de geografía del que disfrutan los británicos.

De la comida, en realidad un desayuno tardío que duró más de dos horas a pesar de que en principioestaba previsto que durara una hora escasa, da testimonio un divertido memorando confidencial [ID 175722] probablemente escrito por la propia embajadora de Estados Unidos, Tatiana Gfoeller, que asistió el 29 de octubre de 2008 a ese encuentro, organizado por la representación británica en un hotel de Bishkek, la capital de esa ex república soviética de Asia Central.

El texto, que a pesar de su ironía nunca llega a traspasar las fronteras de lo políticamente correcto para no ofender a un miembro tan destacado de la familia real británica, subraya la sorpresa de la embajadora estadounidense por haber sido invitada a un almuerzo en el que ella es "el único participante que no era un ciudadano británico o ligado a la Commonwealth". "La ausencia de sus colegas francés y alemán era notable", destaca el texto. Notable, pero no sorprendente, a la luz de la obsesión antifrancesa que acabaría destilando el príncipe.

Las discusiones arrancaron con un debate sobre cuestiones jurídicas relacionadas con las explotaciones mineras y petroleras que llevó al príncipe a "reaccionar con profundo fervor patriótico" cuando algunos participantes explicaron que algunos empresarios locales se sintieron "injustamente" llevados a firmar contratos poco favorables con compañías occidentales. "Un contrato es un contrato. Y hay que aceptar tanto lo bueno como lo malo", saltó el duque, que hasta entonces había intentado mostrarse comprensivo con los puntos de vista locales.

Los empresarios sacaron luego a colación el "lamentablemente alto nivel de corrupción de la economía kirguiza". Aunque todos tuvieron la prudencia de asegurar que nunca habían pagado un soborno, uno de ellos admitió que "a veces es una tentación horrorosa". "En un inaudito despliegue de franqueza si se tiene en cuenta que el almuerzo era en público, en un hotel, todos los hombres de negocios corearon que en Kirguizistán no se hace nada sin que el hijo del presidente Bakiyev, Maxim, se lleve 'su tajada'.

El príncipe Andrés se sumó al asunto con entusiasmo, diciendo que no paraba de oír el nombre de Maxim 'una y otra vez' siempre que hablaba de negocios en ese país. Envalentonado, un hombre de negocios dijo que hacer negocios aquí es 'como hacer negocios en Yukon' en el siglo XIX, es decir, que sólo aquellos dispuestos a participar en las corruptas prácticas locales son capaces de hacer dinero. Todos sus colegas se declararon sinceramente de acuerdo y uno de ellos apuntó: 'Aquí no ha cambiado nada. Antes oías el nombre del hijo de Akayev. Ahora es el nombre del hijo de Bakiyev'. En ese momento el duque de York empezó a reír a carcajadas diciendo: 'Todo eso suena exactamente igual que Francia'", detalla el texto.

En la actualidad, Maxim Bakiyev, de 33 años, se encuentra en el Reino Unido intentando conseguir asilo político. Su padre fue depuesto de la presidencia de Kirguizistán tras los violentos incidentes que sacudieron la capital en abril. Maxim, que también huyó del país, fue detenido el 13 de junio nada más aterrizar en un avión privado en el aeropuerto de Farnborough, en Reino Unido, a instancias de Interpol. Gran Bretaña ha de decidir si le extradita a Kirguizistán o le concede el asilo.

La cultura de la corrupción

Cuando todos los comensales coincidieron en que la mejor manera de incrementar las inversiones en Kirguizistán sería mejorar la seguridad jurídica de los contratos, alguien comentó que eso no era necesario para atraer inversores rusos, kazakos o chinos, por lo que los kirguizios no se molestarían en hacer ningún cambio. "Volviendo a su tema favorito", explica el cable norteamericano, "el príncipe Andrés bromeó: '¡Tampoco les hará falta cambiar nada para atraer a los franceses!' Y añadió que es muy difícil ayudar desde fuera a acabar con la cultura de la corrupción. 'Son ellos mismos los que tienen que cambiar. De la misma forma que uno mismo se ha de curar la anorexia. Nadie lo puede hacer por ti', dijo", señala el documento.

Los comentarios del duque de York quizás llaman aún más la atención ahora, después de que su ex mujer, Sarah Ferguson, que ha batallado toda su vida con problemas de sobrepeso, cayera en mayo pasado en una trampa que le tendió un periodista del tabloide londinense News of The World. Haciéndose pasar por un empresario indio interesado en conseguir una entrevista personal con el duque de York con vistas a invertir en Reino Unido, el periodista logró filmar a la ex mujer de Andrés comprometiéndose a conseguirle esa cifra si le pagaba a ella medio millón de libras (590.000 euros). Lo que los británicos llaman sobornos ilegales cuando ocurre en otros países se transforma en comisiones legales de intermediario cuando son sus ciudadanos y su territorio los afectados...

Después de sus descalificaciones a Francia, el duque de York siguió navegando por aguas procelosas cuando, estando la conversación centrada en cuestiones relacionadas con los países de la región, se dirigió a la embajadora Tatiana Gfoeller y, según la versión estadounidense, "espetó con crudeza que 'el Reino Unido, Europa Occidental y, por extensión, también vosotros, americanos', estábamos en el momento culminante de otro episodio de el Gran Juego", como se conoce a la rivalidad que enfrentó el Imperio Británico y al Imperio Ruso por el control de Asia Central a lo largo del siglo XIX. "Más animado que nunca, proclamó, gallito: '¡Y esta vez queremos ganar!'. Sin llevarle la contraria, la embajadora le recordó suavemente que Estados Unidos no ve su presencia en esta región como una continuación del Gran Juego. Apoyamos la independencia y soberanía de Kirguizistán pero también damos la bienvenida a sus buenas relaciones con sus vecinos, incluida Rusia", precisa el documento.

Tras explicar algunas conversaciones con dirigentes de la región que apuntaban a la desconfianza que generan tanto Rusia como China, el duque de York empezó a hablar de sus tareas de promoción de los intereses económicos británicos. Fue en ese marco en el que empezó a criticar "a los investigadores británicos contra la corrupción por cometer 'la imbecilidad' de casi echar a pique los acuerdos de Al Yamama con Arabia Saudita", explica el cable. "Y empezó a meterse con 'esos (palabrota) periodistas, especialmente del Guardian, que meten las narices por todas partes' y (seguramente) hacen más difíciles los negocios para los hombres de negocios británicos. La concurrencia casi empezó a aplaudir", ironiza el cable.

En el comentario final, la embajadora Gfoeller explica que, cuando uno de los presentes se sorprendió de que Estados Unidos no tuviera en la zona más inversiones que Gran Bretaña a pesar de tener un potencial mucho mayor, el duque saltó: "No me sorprende. Los americanos no saben geografía. Nunca han sabido. ¡En el Reino Unido tenemos a los mejores profesores de geografía del mundo!".

Cable de la Secretaría de Estado a la Embajada en Argentina

¿Cómo controla sus nervios y ansiedad la presidenta argentina? o ¿en qué situación se encuentra la afección gastrointestinal de Néstor Kirchner?, son algunos de los datos que se reclaman

ID:
242255

Date:
2009-12-31 14:55:00

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Secretary of State

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E.O. 12958: DECL: 12/31/2034
TAGS: PINR, PGOV, AR
SUBJECT: (C/NF) ARGENTINA: KIRCHNER INTERPERSONAL
DYNAMICS (C-AL9-02612)
Classified By: ELISSA G. PITTERLE, DIRECTOR, INR/OPS. REASON: 1.4(C).
1. (S/NF) WASHINGTON ANALYSTS ARE INTERESTED IN ARGENTINE
LEADERSHIP DYNAMICS, PARTICULARLY WITH REGARDS TO CRISTINA
FERNANDEZ DE KIRCHNER AND NESTOR KIRCHNER. DRAWING ON
PREVIOUS REPORTING, AND BUILDING UPON OUR OWN ANALYTIC
ASSESSMENTS, WE ARE CURRENTLY PREPARING A WRITTEN PRODUCT
EXAMINING THE INTERPERSONAL DYNAMICS BETWEEN THE GOVERNING
TANDEM. WE HAVE A MUCH MORE SOLID UNDERSTANDING OF NESTOR
KIRCHNER'S STYLE AND PERSONALITY THAN WE DO OF CRISTINA
FERNANDEZ DE KIRCHNER AND WE WOULD LIKE TO DEVELOP A MORE
WELL-ROUNDED VIEW OF CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER'S
PERSONALITY. AS POST,S TIME AND RESOURCES ALLOW AND TO THE
EXTENT POST HAS ACCESS TO THIS TYPE OF INFORMATION, WE WOULD
WELCOME ANY INSIGHT INTO THE FOLLOWING QUESTIONS. MANY
THANKS, AND REGARDS FROM WASHINGTON.
A. (U) MENTAL STATE AND HEALTH:
1) (S/NF) HOW IS CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER MANAGING
HER NERVES AND ANXIETY? HOW DOES STRESS AFFECT HER BEHAVIOR
TOWARD ADVISORS AND/OR HER DECISIONMAKING? WHAT STEPS DOES
CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER OR HER ADVISERS/HANDLERS, TAKE
IN HELPING HER DEAL WITH STRESS? IS SHE TAKING ANY
MEDICATIONS? UNDER WHAT CIRCUMSTANCES IS SHE BEST ABLE TO
HANDLE STRESSES? HOW DO CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER,S
EMOTIONS AFFECT HER DECISIONMAKING AND HOW DOES SHE CALM DOWN
WHEN DISTRESSED?
2) (S/NF) WHAT IS THE STATUS OF NESTOR KIRCHNER'S
GASTROINTESTINAL ILLNESS? DOES IT CONTINUE TO BOTHER HIM? IS
HE TAKING ANY MEDICATIONS? LONG KNOWN FOR HIS TEMPER, HAS
NESTOR KIRCHNER DEMONSTRATED A GREATER TENDENCY TO SHIFT
BETWEEN EMOTIONAL EXTREMES? WHAT ARE MOST COMMON TRIGGERS TO
NESTOR KIRCHNER'S ANGER?
B. (U) POLITICAL VIEWS:
1) (S/NF) WHEN DEALING WITH PROBLEMS, DOES CRISTINA
FERNANDEZ DE KIRCHNER TAKE A STRATEGIC, BIG PICTURE OUTLOOK,
OR DOES SHE PREFER TO TAKE A TACTICAL VIEW? DOES SHE VIEW
CIRCUMSTANCES IN BLACK AND WHITE OR IN NUANCED TERMS? DOES
SHE SHARE NESTOR KIRCHNER'S ADVERSARIAL VIEW OF POLITICS OR
DOES SHE ATTEMPT TO MODERATE HIS HEAVY-HANDED POLITICAL STYLE?
C. (U) ON THE JOB:
1) (S/NF) HOW DO CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER AND NESTOR
KIRCHNER DIVIDE UP THEIR DAY? ON WHICH ISSUES DOES CRISTINA
FERNANDEZ DE KIRCHNER TAKE THE LEAD AND WHICH ISSUES DOES SHE
LEAVE TO NESTOR KIRCHNER?
2. (U) PLEASE CITE C-AL9-02612 IN THE SUBJECT LINE OF
REPORTING IN RESPONSE TO THE ABOVE QUESTIONS.
CLINTON

Zelaya asegura que denunciará a EEUU por el golpe de Estado de 2009

El ex presidente de Honduras Manuel Zelaya anunció este lunes que denunciará a Estados Unidos ante la Corte Penal Internacional (CPI) tras conocer los documentos diplomáticos filtrados el pasado domingo por Wikileaks, en lo referido al golpe de Estado del 28 de junio de 2009 que lo expulsó del poder, al considerar que Washington lo permitió, a sabiendas de que carecía de fundamento.

En una entrevista concedida a TeleSur, el ex mandatario indicó que los cables de la embajada estadounidense en Tegucigalpa filtrados por el portal, le permitirán acudir a la CPI “para denunciar a Estados Unidos como Estado violador de los Derechos Humanos, pues no tomó ningún tipo de prevención ante el golpe”.

En un informe enviado a Washington poco después de que Zelaya fuera derrocado por un grupo de militares liderados por Roberto Micheletti, el embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens, despejó cualquier duda sobre la naturaleza de estos hechos. “Los militares, la Corte suprema y el Congreso Nacional conspiraron el 28 de junio (de 2009) en lo que constituyó un golpe ilegal e inconstitucional contra el Ejecutivo”, reza el documento publicado por Wikileas.

“Desde nuestra perspectiva no hay duda de que la llegada al poder de Roberto Micheletti ha sido ilegítima”, recoge el documento en el que el diplomático apunta que “los argumentos esgrimidos por los defensores del golpe son a menudo ambiguos, no tienen ninguna validez sustancial” y, en algunos casos, son “abiertamente falsos”.

En este sentido, Llorens señala que, tras haber consultado a varios expertos sobre la legislación hondureña, no puede concluirse que Zelaya violara ley alguna o que intentara perpetuarse en el poder mediante la reforma constitucional que tenía prevista, tal y como afirmaron los autores del golpe.

En este contexto, Zelaya consideró que Estados Unidos debe responder por su implicación en el golpe, ya que siendo consciente de que la medida era ilegal permitió que se sucedieran los acontecimientos hasta la celebración de unas elecciones “fraudulentas” bajo el auspicio del régimen interino de Micheletti, que concedieron la victoria al actual presidente, Porfirio Lobo.

“Esta revelación de Wikileaks los compromete mucho porque conociendo el delito, lo encubrieron: la Inteligencia estadounidense sabía del Golpe de Estado (…) y contempló asesinatos de periodistas y en contra de disidencia, no sólo durante el Gobierno de Micheletti sino también en el de Lobo”, apuntó.

(Con información de Telesur)

Lo que no sabemos

Enric Gonzalez

Aún no sabemos apenas nada de las comunicaciones diplomáticas estadounidenses. Se nos ha anunciado que iremos conociéndolas poco a poco.

Bien. ¿Qué sabemos por ahora respecto a Oriente Próximo y Oriente Medio?

Ya sabíamos, por ejemplo, que Irán financiaba con bolsas de dinero al presidente Karzai, aliado de Washington. El Gobierno iraní admitió enseguida la entrega de las bolsas. Estados Unidos decía también queIrán armaba a los talibán. Resulta, sin embargo, que no: según uno de los documentos revelados, Robert Gates, secretario de Defensa de EEUU, le cuenta en febrero pasado al ministro italiano Franco Frattinique no hay tráfico de armas a través de la frontera afgano-iraní. ¿Quién arma a la fuerza talibán?

Sabemos que Israel coordinó con Egipto y con la Autoridad Palestinael ataque a Gaza que llamó Operación Plomo Fundido. Sabemos que todos hablan con todos y todos hablan mal de todos. Sabemos que los propios diplomáticos utilizan la jerga engañosa por la que una dictadura sin escrúpulos se convierte mágicamente en “régimen moderado” cuando coopera con Estados Unidos.

También sabemos que el ejemplar régimen saudí siente pánico ante el programa nuclear iraní. Como los egipcios. Como los jordanos. Como los israelíes, claro. Sabemos que los saudíes acusan de traición a los iraníes por acoger en su país a “enemigos” del régimen saudí, y al mismo tiempo piden a Estados Unidos que carguen contra Irán por cualquier medio. ¿Cuál es la traición fundamental aquí?

De momento, ninguna revelación sustancial.

Falta muchísimo por saber. Como quién está matando a científicos iraníes. Hoy, dos nuevos atentados. ¿Descubrirá Wikileaks a los culpables? Es de temer que la factura presentada por los sicarios no se remita por valija diplomática.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Wikileaks desnuda política exterior de EEUU

EL PAÍS, en colaboración con otros diarios de Europa y Estados Unidos, revela a partir de hoy el contenido de la mayor filtración de documentos secretos a la que jamás se haya tenido acceso en toda la historia. Se trata de una colección de más de 250.000 mensajes del Departamento de Estado de Estados Unidos, obtenidos por la página digital Wikileaks, en los que se descubren episodios inéditos ocurridos en los puntos más conflictivos del mundo, así como otros muchos sucesos y datos de gran relevancia que desnudan por completo la política exterior norteamericana, sacan a la luz sus mecanismos y sus fuentes, dejan en evidencia sus debilidades y obsesiones, y en conjunto facilitan la comprensión por parte de los ciudadanos de las circunstancias en las que se desarrolla el lado oscuro de las relaciones internacionales.

Estos documentos recogen comentarios e informes elaborados por funcionarios estadounidenses, con un lenguaje muy franco, sobre personalidades de todo mundo, desvelan los contenidos de entrevistas del más alto nivel, descubren desconocidas actividades de espionaje y exponen con detalle las opiniones vertidas y datos aportados por diferentes fuentes en conversaciones con embajadores norteamericanos o personal diplomático de esa nación en numerosos países, incluido España.

Queda en evidencia, por ejemplo, la sospecha norteamericana de que la política rusa está en manos de Vladimir Putin, a quien se juzga como un político de corte autoritario cuyo estilo personal machista le permite conectar perfectamente con Silvio Berlusconi. Del primer ministro italiano se detallan sus “fiestas salvajes” y se expone la desconfianza profunda que despierta en Washington. Tampoco muestra la diplomacia estadounidense un gran aprecio por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a quien se sigue con gran meticulosidad acerca de cualquier movimiento para obstaculizar la política exterior de Estados Unidos.

Los cables prueban la intensa actividad de ese país para bloquear a Irán, el enorme juego que se desarrolla en torno a China, cuyo predominio en Asia se da casi por aceptado, o los esfuerzos por cortejar a países de América Latina para aislar al venezolano Hugo Chávez.

En ocasiones, las expresiones usadas en estos documentos son de tal naturaleza que pueden dinamitar las relaciones de Estados Unidos con algunos de sus principales aliados; en otras, pueden ponerse en riesgo algunos proyectos importantes de su política exterior, como el acercamiento a Rusia o el apoyo de ciertos Gobiernos árabes.

El alcance de estas revelaciones es de tal calibre que, seguramente, se podrá hablar de un antes y un después en lo que respecta a los hábitos diplomáticos. Esta filtración puede acabar con una era de la política exterior: los métodos tradicionales de comunicación y las prácticas empleadas para la consecución de información quedan en entredicho a partir de ahora.

Todos los servicios diplomáticos del mundo, y especialmente de Estados Unidos, donde esta filtración se suma a otras anteriores de menor trascendencia con papeles relativos a Iraq y Afganistán, tendrán que replantearse desde este momento su modo de operar y, probablemente, modificar profundamente sus prácticas.

Intensas gestiones

Tratando de anticiparse a ese perjuicio, la Administración de Estados Unidos lleva varios días, desde que supo la existencia de esta fuga de documentos, realizando intensas gestiones ante el Congreso norteamericano y los Gobiernos de gran parte de las naciones ante los que tiene representación diplomática para informarles sobre el previsible contenido de las filtraciones y sus posibles consecuencias. El Departamento de Estado envió a principio de esta semana un informe a los principales comités de la Cámara de Representantes y del Senado previniéndoles sobre la situación.

La propia secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha telefoneado en las últimas horas a los Gobiernos de los países más importante afectados por esta fuga de información, entre otros los de China, Alemania, Francia y Arabia Saudí, para alertarles de lo sucedido y ofrecer algunas justificaciones

En Reino Unido, Israel, Italia, Australia y Canadá, entre otros socios de Estados Unidos, portavoces de sus respectivos ministerios de Relaciones Exteriores confirmaron que habían recibido información de parte de los embajadores norteamericanos, aunque no revelaron detalles sobre los datos precisos que habían sido puestos en su conocimiento. No ha habido, sin embargo, comunicación directa entre la Embajada en Madrid y el Gobierno español acerca de este asunto.

El portavoz del Departamento de Estado, P. J. Crowley, ha reconocido que no conoce con exactitud las informaciones que aparecerán en los papeles filtrados, aunque ha adelantado que “estas revelaciones son dañinas para los intereses de Estados Unidos”. “Van a crear tensiones entre nuestros diplomáticos y nuestros amigos alrededor del mundo”, declaró este fin de semana.

El Departamento de Estado, que ha negociado con uno de los periódicos que hoy publican los cables algunos contenidos particularmente lesivos para sus intereses o peligrosos para ciertas personas, está especialmente preocupado por el daño que esto puede causar en la guerra contra Al Qaeda en algunas regiones en la que la libran de forma encubierta, como Yemen o Pakistán, así como los efectos que puede tener para las difíciles relaciones con otras potencias, como Rusia y China.

Los dos últimos años

Los documentos -251.287 mensajes que cubren un periodo hasta febrero de 2010 y, en su mayor parte, afectan a los dos últimos años- fueron facilitados por WikiLeaks hace varias semanas, además de a EL PAÍS, a los diarios The Guardian, de Reino Unido; The New York Times, de Estados Unidos; Le Monde, de Francia, y al semanario Der Spiegel, de Alemania. Estos medios han trabajado por separado en la valoración y selección del material, y pondrán a disposición de sus lectores aquellas historias que cada uno considere de mayor interés; en algunos casos serán coincidentes, en otros no.

Ese proceso se ha llevado a cabo bajo una exigente condición de no poner en peligro en ningún momento fuentes protegidas de antemano o personas cuya vida podría verse amenazada al desvelarse su identidad. Al mismo tiempo, todos los medios han hecho un esfuerzo supremo por evitar la revelación de episodios que pudieran suponer un riesgo para la seguridad de cualquier país, particularmente de Estados Unidos, el más expuesto por estas revelaciones. Por esa razón, algunos de los documentos que serán puestos a disposición de nuestros lectores a partir de hoy aparecerán parcialmente mutilados.

EL PAÍS no ha estado en el origen de la filtración y, por tanto, desconoce los criterios con los que se ha llevado a cabo la selección del paquete que finalmente ha llegado a manos del diario. Resulta evidente que los papeles analizados no son todos los emitidos en el mundo por el Departamento de Estado en el periodo de tiempo comprendido, pero ignoramos si esos son todos a los que ha tenido acceso WikiLeaks.

Pese a eso, el lector comprobará el valor que en sí mismo encierra el conjunto de documentos facilitados, al margen de que puedan existir otros muchos que aún se desconocen. Se trata de un material que aporta novedades relevantes sobre el manejo de asuntos de gran repercusión mundial, como el programa nuclear de Irán, las tensiones en Oriente Próximo, las guerras de Irak y Afganistán y otros conflictos en Asia y África.

Terrorismo y radicalismo islámico

También se recogen los movimientos entre Estados Unidos y sus aliados para hacer frente al terrorismo y al radicalismo islámico, así como detalles reveladores sobre episodios de tanta trascendencia como el boicot de China a la empresa Google o los negocios conjuntos de Putin y Berlusconi en el sector del petróleo. De especial interés son las pruebas que se aportan sobre el alcance de la corrupción a escala planetaria y las permanentes presiones que se ejercen sobre los diferentes Gobiernos, desde Brasil a Turquía, para favorecer los intereses comerciales o militares de Estados Unidos.

Entre los primeros documentos que hoy se hacen públicos, se descubre el pánico que los planes armamentísticos de Irán, incluido su programa nuclear, despiertan entre los países árabes, hasta el punto de que alguno de sus gobernantes llega a sugerir que es preferible una guerra convencional hoy que un Irán nuclear mañana. Se aprecia la enorme preocupación con la que Estados Unidos observa la evolución de los acontecimientos en Turquía y la estrecha vigilancia a la que se mantiene al primer ministro, Erdogan.

Y, sobre todo, esta primera entrega revela las instrucciones que el Departamento de Estado ha cursado a sus diplomáticos en Naciones Unidas y en algunos países para desarrollar una verdadera labor de espionaje sobre el secretario general de la ONU, sus principales oficinas y sus más delicadas misiones.

Los lectores descubrirán al acceder a las sucesivas crónicas detalles insospechados sobre la personalidad de algunos destacados dirigentes y comprobarán el papel que desempeñan las más íntimas facetas humanas en las relaciones políticas. Eso resulta particularmente evidente en América Latina, donde se dan a conocer juicios de diplomáticos norteamericanos y de muchos de sus interlocutores sobre el carácter, las aficiones y los pecados de las figuras más controvertidas.

Mañana EL PAÍS ofrecerá detalles, por ejemplo, sobre las sospechas que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, despierta en Washington, hasta el punto de que la Secretaría de Estado llega a solicitar información sobre su estado de salud mental. El mismo día se darán a conocer algunas de las gestiones que la diplomacia norteamericana ha realizado para repatriar a los presos de Guantánamo, así como la intensa actividad en Asia para frenar el peligro que representa Corea del Norte.

Cables controvertidos

Entre los cables con los que ha trabajado este periódic o se encuentran informes extraordinariamente controvertidos, como los mensajes del embajador norteamericano en Trípoli en los que cuenta que el líder libio, Muamar el Gadafi, usa botox y es un verdadero hipocondríaco que hace filmar todos sus exámenes médicos para analizarlos posteriormente con sus doctores, y relatos con meticulosas descripciones del paisaje local, como el que hace un diplomático estadounidense invitado a una boda en Daguestán que sirve para ilustrar el grado de corrupción en la zona.

Hay cables de gran valor histórico, como el que revela la apuesta de la diplomacia norteamericana por el derrocamiento del general panameño Manuel Antonio Noriega o el que detalla ciertos movimientos de Estados Unidos durante el golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya en Honduras, y cables de enorme interés sobre acontecimientos actuales, como el que precisa la presión ejercida sobre el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, para que contenga los abusos de sus allegados y facilite la gobernabilidad del país.

En lo que respecta a España, estos documentos registran el enorme acceso de la Embajada de Estados Unidos a personalidades destacadas del ámbito político y judicial, y su influencia en algunos acontecimientos que han marcado la actualidad de los últimos años. También se descubre el punto de vista que funcionarios estadounidenses tienen de la clase política española, así como el que algunos políticos expresan sobre sus compañeros y adversarios.

En determinados casos, estas revelaciones tienen el estrictamente el valor que tiene la opinión de una persona de posición influyente. En otros casos, se trata de relatos que aportan pistas sobre acontecimientos importantes pero que son narrados por una sola fuente: el servicio diplomático de Estados Unidos. EL PAÍS no ha podido corroborar todos esos relatos y ha prescindido de algunos que ha considerado de dudosa credibilidad. Pero sí ha certificado otros y ha operado de forma responsable con el país objeto de la filtración con la intención de causar el menor daño posible. Entre otras precauciones, se ha decidido aceptar los compromisos a los que The New York Times llegue con el Departamento de Estado para evitar la difusión de determinados documentos.

No todos los papeles obtenidos por Wikileaks han sido utilizados para la elaboración de nuestras informaciones, y solo una parte de ellos serán expuestos públicamente, independientemente de lo que la propia WikiLeaks o los demás medios que han recibido el material decidan hacer. Se han seleccionado tan solo aquellos que consideramos imprescindibles para respaldar la información ofrecida.

Las informaciones han sido preparadas y escritas únicamente por redactores de nuestro periódico atendiendo a nuestras particulares exigencias de rigor y calidad. A lo largo de varios días se irán ofreciendo las crónicas que recogen la sustancia de esos documentos, añadiéndoles el contexto y la valoración requeridos, así como sus posibles reacciones y consecuencias.

Algunas de esas reacciones estarán, seguramente, dirigidas a examinar las causas por las que puede haberse producido una fuga de semejante magnitud. El origen de este problema puede remontarse a los días posteriores al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, cuando se detectaron unos fallos de coordinación entre los servicios de inteligencia que recomendaron la necesidad de un modelo de comunicación que permitiera a los diferentes responsables de la seguridad compartir datos extraídos por el Departamento de Estado.

Un sistema de Internet del Ejército

Se extendió, por tanto, a partir de esa fecha el uso de un sistema de Internet del Ejército norteamericano denominado SIPRNET, un acrónimo de Secret Internet Protocol Router Network. Todos los cables que se incluyen en esta filtración fueron enviados por ese medio, como se comprueba por la etiqueta que cada uno de ellos lleva en su cabecera, la palabra SIPDIS, que son las siglas para Secret Internet Protocol Distribution.

Al menos 180 embajadas norteamericanas alrededor del mundo utilizan actualmente ese sistema de comunicación, según informes elaborados por el Congreso norteamericano. Aunque se exigen fuertes medidas de seguridad para el uso de ese sistema, como la de mantenerlo abierto únicamente cuando el usuario está frente a la pantalla, la exigencia de cambiar la clave cada cinco meses o la prohibición de utilizar cualquier clase de CD u otro método de copia de contenidos, el número de personas que ahora acceden a la información ha crecido considerablemente.

A ese crecimiento ha ayudado también la necesidad de ampliar el número de personas trabajando en cuestiones de seguridad y, como consecuencia, la del número de personas a la que se da acceso a documentos clasificados. El Departamento de Estado clasifica sus informes en una escala que va del Top Secret al Confidential. En los documentos facilitados a EL PAÍS no hay ninguno clasificado como Top Secret, aunque sí más de 15.000 situados en la escala inferior, Secret.

Según se puede deducir de datos elaborados por la Oficina de Control del Gobierno, perteneciente al Congreso norteamericano, y otros expuestos recientemente por medios de comunicación de ese país, más de tres millones de estadounidenses están autorizados al acceso a ese material Secret. Eso incluye decenas de miles de empleados del Departamento de Estado, funcionarios de la CIA, del FBI, de la DEA, de los servicios de inteligencia de las fuerzas armadas y de otros departamentos implicados en la búsqueda de información. En Estados Unidos funcionan 16 agencias con responsabilidades de espionaje.

Será muy costoso, por tanto, para ese país reparar el daño causado por esta filtración, y llevará años poner en pie un nuevo sistema de comunicación con plenas garantías. Lo más importante, sin embargo, es el valor informativo que esos documentos tienen actualmente. Estamos ante una serie de relatos, sin precedentes en el periodismo español, que servirán para una mejor comprensión de algunos conflictos y de personalidades que afectan determinantemente a nuestra vida y que pueden abrir a nuestros lectores a una nueva interpretación de la realidad que les rodea.

ESPIONAJE EN ONU

El Departamento de Estado cursó el año pasado a los funcionarios de 38 embajadas y misiones diplomáticas una pormenorizada relación de la información personal y de otra índole que deben obtener sobre Naciones Unidas, incluido su secretario general, y especialmente sobre los funcionarios y representantes vinculados con Sudán, Afganistán, Somalia, Irán y Corea del Norte. El personal diplomático y consular acreditado ante la ONU y ante los países a los que afectan las instrucciones son los encargados de ejecutar, según cables clasificados como secreto, este espionaje blando.

Además de la ONU, las instrucciones para realizar similar trabajo de recolección de información se enviaron también desde Washington entre 2008 y 2009 a numerosas embajadas en relación con diferentes asuntos de interés estadounidense, como el conflicto palestino, la situación en los Grandes Lagos o el fenómeno de los disidentes en distintos lugares. Pero es la información solicitada sobre la ONU la que más llama la atención por el carácter excepcional de esa organización, cuya sede principal está en Nueva York.

Son datos requeridos, según se desprende de la lectura de varios documentos, para reemplazar archivos existentes en el Departamento de Estado desde 2004 y, en el caso de uno de los países afectados por la investigación, Paraguay, se solicita información más propia de una ficha policial: el escáner del iris, huellas dactilares y el ADN de cuatro candidatos presidenciales.

Los cables mencionados detallan lo que el Departamento de Estado denomina “human intelligence” (inteligencia humana), que parece aludir a la información lograda a través de contactos personales o mediante la relación informal. Aunque sin la expresa intervención de los servicios secretos, el espionaje encomendado a los funcionarios de embajadas y misiones abarca cientos de asuntos: las gestiones y apariencia física de los diplomáticos iraníes y norcoreanos en Nueva York, los planes e intenciones del secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, y su equipo, las relaciones de Hamás y Hezbolá, las armas nucleares o los choques militares, étnicos y guerrilleros africanos.

Toda la información conseguida debe ser enviada a una oficina del Departamento de Estado que sirve de enlace con los distintos organismos de inteligencia norteamericanos y que es citada en los cables como INR/B. “Los organismos de inteligencia dependen mucho de los informes de los funcionarios del Departamento de Estado”, dice el cable. “Y las biografías informales [de los interlocutores con información] recogidas a lo largo del mundo, enviadas por e-mail u otro medio, son vitales”.

Varios despachos, firmados “Clinton” y elaborados probablemente por la oficina de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, contienen instrucciones precisas acerca de la miríada de averiguaciones a desarrollar en zonas de conflicto, en el mundo de los desertores y solicitantes de asilo, en la sala de máquinas del conflicto palestino-israelí, o acerca de Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China para conocer sus planes respecto a la amenaza nuclear de Teherán.

Estas son algunas de las informaciones que los diplomáticos norteamericanos deben conseguir para nutrir los archivos de inteligencia del Departamento de Estado:

- “Planes, intenciones, objetivos y actividades palestinas relacionadas con las políticas de EE UU sobre el proceso de paz y el contraterrorismo”.

- “Información biográfica, biométrica y financiera sobre los líderes palestinos y de Hamás, incluidos los de los movimientos juveniles, dentro y fuera de Gaza y Cisjordania”.

- “Planes y actividades concretas de Reino Unido, Francia, Alemania y Rusia respecto a las políticas de la Organismo Internacional de la Energía Atómica [IAEA por su siglas en inglés]“.

- Planes e intenciones de los líderes y países más influyentes de la ONU, especialmente Rusia y China, sobre derechos humanos en Irán, sanciones a Irán, suministro de armas iraníes a Hamás y Hezbolá y sobre las candidaturas que Irán presenta para ocupar puestos claves en la ONU”.

Tarjetas de crédito y direcciones

El escrutinio pedido se amplía al ámbito privado al preguntar el Departamento de Estado por la rutina de los funcionarios de la Secretaría General de la ONU y de cualquier interlocutor susceptible de aprovechamiento: se pide la numeración de sus tarjetas de crédito y de viajero frecuente, teléfonos, correos electrónicos, direcciones URL, programas de trabajo y aspecto físico.

Las prioridades para la investigación en la ONU son: Darfur / Sudán, Afganistán / Pakistán, Somalia, Irán y Corea del Norte, seguidas por la reforma del Consejo de Seguridad, Irak, el proceso de paz en Oriente Próximo, los derechos humanos, los crímenes de guerra, la ayuda humanitaria, el terrorismo y la situación en Myanmar (antigua Birmania). Se requiere también seguir con atención en Naciones Unidas los sucesos en África Occidental, al igual que las tácticas de los diferentes países en las votaciones de la Asamblea General.

Los funcionarios de las embajadas seleccionadas y de las misiones de Naciones Unidas en Nueva York, Bruselas y Roma deben indagar asimismo en las agencias humanitarias de la ONU y adentrarse en asuntos susceptibles de ser conflictivos o de perjudicar a los intereses de EE UU. Los agentesdiplomáticos son instados a enterarse de “los cambios internos y proceso de selección de los puestos clave de la Secretaría General, agencias especializadas, comités, comisiones y programas oficiales en Nueva York, Ginebra, Viena y otras ciudades, así como de los asesores especiales y jefes de equipo”.

Asimismo, deben proporcionar “detalles de las fricciones entre la oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) y el coordinador de Seguridad de la ONU con sus oficinas sobre el terreno”. También, “información sobre las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Gaza, Jordania, Líbano, Siria y Cisjordania, y sus relaciones con Hamás y Hezbolá”. Otro apartado pide “información sobre los criterios de los miembros del Consejo de Seguridad y de otros países sobre las candidaturas de Siria, Cuba e Irán para ocupar cualquier puesto de liderazgo en la ONU”.

Las instrucciones generales sobre la inmersión en la vida de los funcionarios de Naciones Unidas se repiten en cables específicos sobre Paraguay, Bulgaria, África Occidental y la región africana de los Grandes Lagos, así como la situación de los palestinos y los desertores y solicitantes de asilo.

Datos físicos de candidatos

El cometido de algunas embajadas es casi policial, y la de Asunción debió acumular datos físicos de los aspirantes a la presidencia de Paraguay en las elecciones de abril del 2008. Un despacho nombra a la entonces ministra de Educación, Blanca Ovelar, al ex vicepresidente Luis Alberto Castiglioni, al ex general Lino Oviedo y a Fernando Lugo, actual presidente. Recaba de los cuatro datos biométricos, huellas dactilares, fotografías, escáneres del iris, DNA “y otras singularidades”.

La Secretaría de Estado inquiere sobre la corrupción oficial, el lavado de dinero, las relaciones de Paraguay con Cuba, Venezuela, China, Taiwán y Rusia, la existencia de yacimientos de hidrocarburos en la región del Chaco paraguayo, el narcotráfico y la construcción de mezquitas en el país latinoamericano, limítrofe con Argentina, Brasil y Bolivia. La información apetecida por el Departamento de Estado alcanza todos los aspectos de la política, la economía y las relaciones sociales.

Bulgaria es el otro país sometido a disección, según consta en un documento en el que se insta a la Embajada de Sofía al envío de datos sobre la realidad nacional: desde el grado de progreso de la democracia y las finanzas nacionales, a la corrupción administrativa y la fragilidad de los tres poderes del Estado, pasando por el fenómeno de la pornografía infantil y la falsificación de las tarjetas de crédito y carnés de conducir.

Al ser incontables los problemas asociados al subdesarrollo africano, las instrucciones contenidas en los cables relativos a ese continente afectan a todos los órdenes de la vida. La lista de solicitudes comunes arranca con las relaciones intergubernamentales y la influencia política de los grupos rebeldes, sigue con el contrabando de armas y el terrorismo, y continúa con el estado de la democracia, la economía y la corrupción:

-”Esfuerzos de los grupos rebeldes y milicias u otros agentes no gubernamentales, especialmente entidades como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), que agrupan a ruandeses que participaron en el genocidio de 1994, para obtener más participación en los Gobiernos nacional o local, y para hacerse con el control de los recursos naturales”.

-”Personas y organizaciones que apoyan el terrorismo internacional, incluyendo empresarios y transacciones financieras”.

-”Detalles de las minas de diamantes, cobre, cobalto, uranio y otros minerales, así como de la extracción de crudo; número y situación de las minas”.

-”Detalles sobre corrupción y actividades criminales transfronterizas, incluyendo contrabando de armas, tráfico de seres humanos, financiaciones ilegales y planes de los Gobiernos para combatir la delincuencia”.

Su opinión sobre Estados Unidos

El Departamento de Estado demanda información a sus funcionarios sobre datos biométricos de los líderes africanos, incluyendo su estado de salud, su pertenencia étnica, los idiomas que hablan y su opinión sobre Estados Unidos. Para ser atendidas, algunas peticiones obligan al espionaje puro y duro, como las que se exponen en un cable dirigido a varias embajadas en África y que pide: “Detalles sobre instalaciones militares, como aeropuertos y acuartelamientos, equipamiento militar, incluyendo número y estatus operativo (…) Detalles de las armas adquiridas por el Gobierno y los rebeldes, incluyendo negociaciones, contratos, entregas, términos de la venta, calidad de las armas y precios”.

Los requerimientos en torno a los “asuntos palestinos” contenidos en el cable 176247, secreto como todos los anteriores, son enciclopédicos y de difícil cumplimiento con los medios que se supone a un diplomático o funcionario consular. Se piden precisiones sobre las actividades de los cuerpos de seguridad palestinos y sus planes de contraespionaje, indagaciones acerca de la presencia islámica y las relaciones con Israel, y el terrorismo, infraestructuras, comunicaciones, Internet, liderazgos, actitudes y capacidades tecnológicas. Cientos de preguntas sobre los contactos informales palestinos con Israel o las enfermedades infecciosas en la región completan el cable.

Los desertores y solicitantes de asilo son mencionados en el cable 235430 como una valiosa fuente de información que debe cuidarse al máximo habilitando interlocutores en los idiomas ruso, español, árabe, farsi, chino mandarín y coreano.

Las instrucciones del despacho han sido coordinadas con el FBI, la CIA y otros organismos de inteligencia porque, según se advierte, los desertores y peticionarios de asilo pueden ser “enfermos mentales, traficantes de información, manipuladores, provocadores de servicios de inteligencia extranjeros hostiles o personas que tratan de conseguir información para grupos terroristas”.

Así cuentan la noticia sobre los papeles del Departamento de Estado The New York Times, Der Spiegel, Le Monde y The Guardian|