MADRID/GUATEMALA (EFE) — El cantante argentino Alberto Cortez y la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, reaccionaron con tristeza y desolación al asesinato a tiros de su amigo, el cantautor argentino Facundo Cabral, ocurrido la mañana de este sábado en Guatemala.
"Ha sido un accidente dramático. Guatemala es un país que tiene varias bandas de narcotraficantes importantes, que andan a balazos limpios, de pronto le tocó a él; se equivocaron con el coche o vaya usted a saber qué pasó", dijo Cortez desde Madrid, donde radica.
"Lo recuerdo como un buen amigo, que de pronto se volvió místico, ese misticismo lo transmitía a la gente, y la gente lo aceptaba con mucho gusto", contó Cortez, quien dio una gira de cuatro años con Cabral por América Latina y España a partir de 1994.
Cortez dijo que se quedaba con un recuerdo "fantástico" de Cabral, quien siempre "estuvo luchando por la paz". Ambos cantantes grabaron juntos la canción que le dio fama internacional a Cabral, No soy de aquí, ni soy de allá.
Menchú, por su lado, exigió a las autoridades de Guatemala encontrar a los responsables del asesinato.
La líder indígena guatemalteca se dirigió al lugar donde fue asesinado Cabral por un grupo de hombres mientras iba en su auto hacia el aeropuerto internacional La Aurora, en la capital del país centroamericano.
Con lágrimas en los ojos, Menchú dijo a los periodistas que Cabral "fue asesinado por sus ideales".
"No me cabe la duda de que él fue asesinado por sus ideales. Yo no encuentro ninguna lógica en la muerte de Facundo Cabral aquí en Guatemala. Él solo vino a cantar", añadió.
También contó que no había tenido tiempo de reunirse con su amigo porque ella se encuentra ocupada en la campaña electoral a la presidencia de Guatemala.
"A mí me impresionó (el crimen) porque Facundo Cabral tenía un gran respeto y luchaba con su música por los pueblos".
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, lamentó la muerte del cantautor y lo homenajeó cantando uno de sus temas: "Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo".
Correa no descartó que el asesinato fuera una venganza porque fue un "acérrimo crítico de la extrema derecha y de las dictaduras en Centroamérica".
"Parecería la mayor estupidez si ha sido un acto de venganza, es un acto de extrema criminalidad dar 15 tiros a un anciano casi ciego", añadió Correa.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, también lamentó la muerte del cantante: "Toda América Latina y nosotros aquí en Colombia, yo personalmenet, lamento este vil asesinato", dijo.
El trovador de 74 años recibió varios balazos en un "atentado directo", según el portavoz de la presidencia, Ronaldo Robles.
Cabral iba acompañado del empresario nicaragüense que lo contrató, Henry Fariña, quien también quedó herido de bala y se encuentra grave en un hospital de la capital guatemalteca.
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